ELLA LLEGÓ

Para mi Pequeña

Cuando menos la esperaba.

Se parten los juncos con sus palabras y se despiertan los cerros del otro lado del mundo.
Ella volvió y todo el mundo se calla. La alondra se estremece.

Y se ahogan las palabras en la marea baja, tontas de ellas. Y la indómita luz me demuestra que nunca se había ido.

Y su nombre me llena la boca. Porque es profundamente pequeño. Pequeña soledad acompañada.

Ella no cree. Nunca creyó. Y estábien ser esceptico en este mundo de mierda. Pero yo no puedo dejar de pensar en los lunares de su espalda.

En la luz plomiza y enfermiza que le da en la ventana. En su piel caramelo.

Ella elige otro espacio en otra cama, otro lugar en el mundo. Un lugar en el que yo ya he estado. Unas calles que he recorrido, solo, porque ella estaba llegando.

Un lugar sin amor, y sin sentimientos, con olor a döner kebab y silencios.

Porque... ¿qué mierda es el amor...? el amor... es un puente verde sobre un precipio azul...
Y... ¿qué carajo es la vida...? la vida es un puente azul sobre un precipio verde...

Y me robo estas palabras para guardareme otra cosa tuya, y me estremezco y me muerdo el alma y la arranco a mordiscones irregulares, a trozos imperfectos como la maldita vida que se encama con todos menos conmigo.

Y pienso en un segundo donde me pedias que me quedase con vos... dentro de vos.

Y ahora solo quiero irme lejos meterme en el mar, y echar las cañas... para ver si pesco una sirena que se te parezca, y ahogarme en la bruma de esta tarde distinta y quedarme callado... porque sólo tu mirada puede salvarme.

Dejando heridas, anzuelos del alma.

Pienso en función de centellas, en forma de montañas de arena, en estilo desparejo.

Pienso en vos, en tu ser y lo que te rodea. Y no me resigno a ser yo solo una unidad desangelada.

Porque al fin y al cabao, aunque hayas llegado hoy, estás quedandote conmigo. Te llevo en la botamanga del pantalón... en el doblez de la corbata...

Te llevo en el alma. Dondequiera que se encuentre.