A la niña de la isla... que encontró un lugar que quiere mostrarme.
Piso la arena húmeda.
Siento cada grano separarse luego de milenios rozándose, o tal vez sólo un segundo.
La piso y y percibo que estas piedras infinitesimales que arrastro con la presión de mis pies se deforman, leve... suavemente. Y que nunca más volverán a unirse de la misma manera.
Así me gustaría penetrar en tu ser. Que cuando mi carne penetre en tu superficie, nada sea igual que siempre. Ya no sea ahora el ahora, y que mis pies y toda mi alma sepan dejar una marca imposible de cambiar.
Estás húmeda. Tu pelo se desgrana en bellas nubes de un vapor frío, imposible. Y cae sobre la piel de tu frente como pronto caerán mis besos.
Y como vos dijiste... minúsculas partículas que buscan caudalmente el recoveco más interno, el que quiero hollar como un descubridor de nuevas tierras, que son agua en tu superficie.
Encontrar un mar en cada esquina, y una esquina para escondernos en tu mar, que no es el mío.
Fluir hacia el sur, con tus esponjosos guardianes permitiédome el paso, que yo asumo feliz, sin culpas ni veleidades... tus huellas digitales pasan a ser mías... cuando tu mano hace en mí lo que yo debería estar haciendo en tu cuerpo.
Voluptuoso, mecánico grito, impiden pensar en otra cosa que el sabor del agua en tu espalda, el fluir de tus fluidos con los míos, que se perderan en algún tenebroso sumidero, mientras el calor persiste en el imposible espacio que nos separa.
No hay paso al agua... juntos logramos concavidades silenciosas que conservan una mezcla imposible de determinar, pero que es tu sudor y el mio, retazos de piel, mis lágrimas, y el sabroso fruto de tus oquedades.
Una caverna donde reina, tras el recorrido inevitable, la dama del agua, con un trono hecho de todo mí.
Sabiendo que no encontraré otro lugar donde pueda encontrar más concupiscencia
Y un torrente que te sueña...
Y tu olor que me llena... mientras duermo, y pienso bajo el agua, en cuáles son tus técnicas, para meterte en mi sangre.
Agua.
Húmedos pies, que hacen un surco, un cauce... pies húmedos que cambian para siempre la milenaria arena.
Porque corren a buscarte.
8 murmullo(s):
Muy lindo!!!
Besitos...
Me encanto TODO, mas la ultima parte que habla de pies humedos....que rico ;)
Que tengas una linda semana.
quiero escuchar tu vos...
andy! acá ando devolviendole la visita q me hizo...bso
Bellas letras...
Volvere a la cordura
tus imágenes están tejidas con hilos sensuales, llenos de luz e impregnados con diminutas gotas de deseo, gotitas que la brisa nos trae mientras te leemos y se nos van metiendo en los poros para hacernos vivir lo que nos narras.
quedé enlazada a la arena de tu escrito como una caracola que escuchó tus secretos y ahora guarda silencio esperando la curiosidad de algún oído para poder susurrar el murmullo del mar, pues mucho mar hay acá y también mucha vida.
abrazos
Siempre me gusta mucho como escribres, pero "Voluptuoso, mecánico grito, impiden pensar en otra cosa que el sabor del agua en tu espalda" esto me encantó...
Saludos!!!
mientras leo, y releo, lloro, pienso, me enojo, me harto, me sonrio.
con que necesidad uno crea y destruye? es una mierda saber que quizas no la hubieramos arruinado, pero fuimos cobardes, vos por anteponer tu orgullo machista, yo, por no volverme a mostrar vulnerable.
sentite satisfecho, tenès una mina màs pensando en vos.
sabes que soy demasiado pasional, como para quedarme callada.
quizas quieras saber, que quiero saber de vos.
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