Intento escucharte.
Trato de comprender tus razones. Tus miedos. Tus esperanzas, tus angustias.
Trato de saber cómo suenan tus besos. Qué insigne color y tonalidad regalan tus caricias en el amanecer.
No he podido.
Suena en mí la campana del final. El gong que no nos salva. La llamada a una misa a la que no puedo asistir. No entro entre tus prioridades.
¿Cómo se puede no tener más nada, cuando tu voz fue alimentando cada latido, cuando el sonido incandescente de tus palabras me ayudaba a seguir adelante?
¿Cómo se puede oir mis pasos sin los tuyos al lado, marcando el ritmo?
Y mi cabeza, escucha: el (real) sonido de la maquinilla afeitando mi cara, y el (imaginario) sonido de tu boca besando mi sien; el (real) sonido del motor de mi coche llevándome a casa, y el (imaginario) sonido de tu voz acompañándome con una charla liviana.
Ya no me queda nada más. Ni la noche esperada, ni la fiesta de guardar. No oigo más que luces que se apagan. No escucho más que flippers diciendo Game Over.
Se ha muerto un espejo. Tapémoslo.
Alguien se ha enamorado. Escondámoslo.
Se ha circuncidado un sueño. Dejémoslo sangrar.
Se ha perdido un niño. Oigámoslo gritar.
Alguien se ha enamorado. Escondámoslo.
Se ha circuncidado un sueño. Dejémoslo sangrar.
Se ha perdido un niño. Oigámoslo gritar.
Y yo acá, escuchando la lluvia que me cala intentando comprender.
En mi mente, sigo esperando tu hola. O al menos un digno adios.
Sonidos que sé que no vas a emitir. Hasta que sepas que todas y cada una de mis palabras son ciertas. O hasta que cambies tu estilo de hacer las cosas.
O hasta que quieras escuchar el silencio de mi espera.
Porque sigo aquí. Y nada podrá impedirlo.
Foto: Dos pares de pasos (¿o es uno solo?), Marruecos, un luminoso día de enero de 2007
para leer el positivo (más vigente que nunca): http://aequis.blogspot.com/2006/10/sonidos.html
14 murmullo(s):
Extraño, es extraño... porque hay sueños maltrechos, inacabados y la sangre es viscosa y muy real... dejarlo sangrar, dejarse sangrar... el dolor, los dolores están... aquí en movimiento... dejándolo ser... un abrazo desde la distancia... con espejos de dolor compartidos que se abrieron al leerte...
Bien dicho. Que es lo que haces para conseguir esa forma de 'charlar' con nosotros?
Esta es mi parte favorita:
"Alguien se ha enamorado. Escondámoslo.
Se ha circuncidado un sueño. Dejémoslo sangrar."
Los sonidos de la ausencia... Muy lindo escrito. Me pregunto qué sentías al oir el tipeo de tu pena...
A veces, el mejor sonido es el del silencio. Otras veces, es el peor. :)
Es dificil escuchar un silencio, pero más dificil resulta no saber interpretarlo. Lo mejor es disfrutar de cada momento incluso del más tranquilo o el más tumultuoso.
Y que difícil dejar de amar cuando se ama.
Y no saber que decir porque nos hemos vuelto invisibles para la otro a persona.
Y la soledad impuesta, no querida, para esperar.
quizàs esa mujer necesite oirlo...tenerlo.
Oír, escuchar, sentir...
Que sentido sentido. Quizás para mí importantisímo y totalmente indispensable...
Escuchar el sonido del silencio puede ser lo más bello/aterrador y lo más frágil/destructivo... sin embargo ahí está y es ineludible.
Me gustó muchisímo tu entrada, la pude sentir casi como un murmullo... de esos descuidados vio?. Uno puede estirar la mano y tocarlo del otro lado...
Hermosisímo!!!
Besotes impares y sin sal!
Dani.-
el silencio que genera tantas cosas que se nos escapan de las manos...
y son huellas de camello!!!
besos
Oídos desmedidos que regalan una mirada ensordecedora.
Preciosas letras, Andy!
Saludos!
Entre de casualidad a tu blog, pero lo que fui leyendo me encantó (en el sentido de "casa encantada", como me dijo alguien hace mucho)
Nadie puede impedirte que llores, que esperes, que dejes sangrar los sueños...Pero tampoco nadie podrá impedir que un día, sin que sepas definir cuándo, se te acaben las lágrimas, la espera, el sangrado..y nazca la cicatriz...
Todo pasa. Por suerte o por desgracia, tampoco la pena dura.
Un abrazo.
Daniela
me encanta(n)!!
Ese explorar casi onirico de los sentidos es fascinante, y no pude evitar leermelos todos de un palo...
son dos pares.
es que a veces no se nota.
besos.
qué bueno que me hayas traído a tu blog con tu comentario.
El epígrafe de La Red de Papel es el de Las ruinas circulares. Ninguno de mis lectores parece haberlo notado... y es taaaan significativoo en la historia que estoy contandooooo.
beso.
Adri.
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