BOLA EXTRA V - EL REGALO

martes, mayo 8

 






Cada vez que le doy de comer a los monstruos de mi recuerdo, huyen de mí las carnes del deseo, y las fauces se abren para contenerte.

Instruyo a mi propia manzana prohibida, para que se caiga, y confirme una ley universal. Descamo mis miedos y prefiero el dolor al silencio.

Me escondo de las coincidencias, y te busco, cada vez un poco más… hasta ayer en que estabas y no. Hasta hoy que no estabas.

Pero sé donde encontrarte, sé que no merezco pensar en otras cosas mientras el tormento invade mi espacio vital. Pero me sobrepongo y te busco en la independencia de tus labios, en la suntuosidad de tu voz segura y destemplada, en tus decisiones certeras.

Me abastezco de una dosis más de espera; y distraigo a la luna para que crea en tus miradas. Reparto prebendas y oprobios y nuevamente el pensamiento se disloca hasta la idea que sostiene mis apetitos y tus concupiscencias.

Me decís que no te importan esas golosinas, que las codicias están lejanas. Que no querés que te toquen. Que tu talante no te permite descender al puro deseo carnal.

Apotegmas, Infatuaciones, preceptos congelados, frases de cosecha.

Y sin embargo me hacés el regalo. No por dádiva, no por caridad. En mis profundos designios creo que comprendés el poder de cada imagen que ofrecés.

No hay concesiones, No hay milagros húmedos de café con leche. No hay jugos que valgan para darle sabor a este juego, que se aprende minuto a minuto, regla a regla. Y aunque sepa que la banca siempre gana, yo quiero jugar. Quiero aprendérmelo cada vez que las leyes cambien.

Hay una hora para el encuentro. Una hora que puede cambiar de acuerdo a las circunstancias. Pero vamos y venimos. Y ahí estamos. Esquivando eventualidades y aprendiendo el juego a cada segundo.

Y hace unos días aprendí una regla nueva. Vos me la enseñaste con el simple hecho de la perspectiva. La contingencia, la remotísima probabilidad. Una nueva faceta, un matiz, un enfoque.

Una línea que nos una. Sin sortilegios. Sin exageraciones. Sin percepciones erróneas.

Una nueva regla, un objeto de aprendizaje. Vos.

Correspondiente, adyacente, paralelas y transversales, no puedo dejar de pensar en cómo se sentirá.

El roce de tus infinitos dedos.

12 murmullo(s):

Zara dijo...

me he atragantado con las manzanas prohibidas .... me gusto mucho tu texto ... besos =)

Florecita dijo...

Los regalos... ummmm me quedo con la cabecita dando vueltas... me voy pensando en él... sus regalos... la vida...

Dana dijo...

"Y aunque sepa que la banca siempre gana, yo quiero jugar"...
Qué agallas, en esa frase (como dirían allá ¡"qué cojones"!)
Y finalmente, el SIEMPRE que no existe y los "hoy puede ser un gran día" que se desprenden de entre los pensamientos y sentires.
Tal vez NO SIEMPRE la banca gane. Puede que ganes vos...y tu compañera de juegos.
Brindo por ello...
Un abrazote!

Verónica E. Díaz M. dijo...

Sigue jugando con las probabilidades, es chevere, ahora si quieres apostar al amor hay una sola posibilidad en un no-juego de infinitos chances...

Un abrazo

Romina Incarbone dijo...

NO hay dudas de que la banca siempre gana.
Te lo digo yo, que soy una jugadora compulsiva de este juego.

Romina Incarbone dijo...

NO hay dudas de que la banca siempre gana.
Te lo digo yo, que soy una jugadora compulsiva de este juego.

Unknown dijo...

regalos, palabra extraña, no crees? ni siquiera suena dulce, normalmente nunca te regalan lo que esperabas

Alfonsina dijo...

Y aunque sepa que la banca siempre gana, yo quiero jugar... ASÍ SE HABLA!!!

Esa es la actitud!!!

Un beso para ti mi valiente!!!

Alfonsina (...Cicuta O Maleza?...)

Anabella dijo...

Es que mi dedos rozan el teclado como siempre lo han hecho en el momento de escribirte.
Es como rozar a la luna que se esconde tras las nubes para que mi mirada no llegue a la tuya y asi , de esta forma, no conocer tus secretos...
El monitor titila con tus palabras y los semaforos me miran cada vez que paso para ver si te he hallado. Aqui el frio es , hoy por hoy, un compañero mas que hece que el aire quede estatico y no te pueda alcanzar el sabor de mis palabras, el susurro de mis alas.
En la mesa de la cocina el desayuno espera ser tomado, las tostadas invaden con su aroma el ambiente y una silla aguarda que sea ocupada para asi charlar sobre el dia y las presencias ausentes....

Mae dijo...

Simplemente hermoso.
Sabes que me encanta como escribes y lo que escribes. por cierto.. tienes un amplísimo vocabulario, ¿eh? Enhorabuena.
Un beso.

Unknown dijo...

me mataron las humedades del café con leche!!

Hipotermia dijo...

a mi me gusto, prefiero el dolor al silencio.
y todo.
muy tierno. bien por las palabras que te acompañan.
un beso a la manzana instruida.
y otro al murmurador.