BOLA EXTRA VII - AEROPUERTOS

lunes, junio 11

 




Se encienden las luces de abrochar cinturones. Se despliega en su asiento. Es una de las últimas cosas que realiza en activo. Luego se deja llevar por el viento, y por el recuerdo de su voz, reciente, atronadora. Cierra los ojos. se pone en marcha. Cientos de toneladas van con el. Y no es sólo el peso del avión.


También es el peso de sus ganas de verla.


Y sin embargo se aleja de ella. Se esconde entre nubes a treinta y tres mil pies para que no se oigan sus latidos... ruidos de ventilador, y el calor de sus manos en el pecho que lo empujan contra el respaldo. Respira profundo. Algo está mal, y no sabe que es. Un nuevo adios en solitario. Un adios a quienes no están. Un saludo jactancioso y gris.


Una pelirroja que trae un sandwich de jamón y queso azul. Una coca cola bien fría. Desdeña el hielo. Se va alejando, y algo se rompe en él, haciendo el ruido de una rama seca. Y luego el golpe horroroso de una raiz pesada que se desprende. Dormita. Escucha música suave. Red red wine, en su honor. Pero está tan, pero tan lejos...


Avanza, al contrario de sus deseos. Se mueve. Ponen una película francesa. Horrible. Cierra los ojos, nota un movimiento trémulo a su costado. Se esconde. Se duerme un poco más, y vuelve a soñar con ella sonriente y sus ojos verdes se alejan a pasos agigantados. Estar o no estar con ella es la medida de su tiempo.


Pasan los minutos, se divierten al moverse. Él no lleva reloj. Adonde va no hay nada que le interese demasiado. Nada que le apetezca ver, al menos solo. Se desnuda en su traje gris marengo. No es un día para llevarlo. Pronto se enterará por qué.


El vuelo se acaba, él quiere cumplir con su compromiso y regresar, más cerca aunque sea. Es un placebo, un remedio inútil. Pero no importa. Siente que así será mejor.


Descienden en un lugar verde y nuboso. La azafata que le dio el sandwich le toca el codo, cariñosa, al despedirse. Él piensa en lo que daría por que alguien en particular le toque el codo así, cariñosa. Hay que subir a un autobús. La pista está lejos del edificio. Todos sonríen. O vuelven a casa o van de vacaciones.

Él no sonríe. No va a ninguna parte.

Adiós a los que se quedan. Los tripulantes se preparan para otro viaje.

Va como ganado, hacia la cola del control. Policía de verde, de marrón, de azul. Lo miran. Miran a todos. Se siente inhibido. Culpable de algo. Su única culpa es la de extrañarla tanto. Condénenlo.

Cuando faltan tres personas, un muchacho joven de pelo gris le vuelve a tocar el codo. El mismo que le tocó la azafata. Y ya no es lo mismo. No es cariñoso, pero sí educado. Por un segundo piensa que se parece a un periodista de CQC, pero lo olvida. lo separan de la cola. Le hablan en checo. Él no entiende. responde en inglés. No hay respuesta. Prueba en italiano, francés, portugués, español. No hay caso. Lo separan de la cola y el resto mira. Lo miran como si él fuera un animal herido (de algun modo lo es). Como si le fuera la vida en el intento. Como si fuera culpable de algo. De algún modo, ya lo condenaron. Insiste, pero ya lo han sacado de la cola. Con elegancia y firmeza. Levanta la cabeza. Él no ha hecho nada, se repite.
Lo sientan en un cuarto. Le piden su "ID", lo entrega presto, le preguntan por qué no lleva equipaje. "Two days stay" responde. ¿Para qué?

Espera. Nunca fue tan horroroso el silencio. A quién llamar, sin desesperar. Viene un señor calvo, de lentes tipo John Lennon. Habla un inglés arrastrado por los rastrojos. Pero se entienden. El Sr. Lennon le pregunta los motivos de su visita, como si fuera un conserje del hotel que no pisaría esa noche. Él explica. La respuesta no les gusta. Es muy vaga, dice. Es lo que hay, contesta él. Mr. Lennon le hace preguntas personales, dónde vive, cuanto tiempo lleva en Europa, cuales son sus estudios. Si sus padres viven. Él responde que es irrelevante, pero sin embargo da respuestas.
Todo está en duda. Lo vuelven a dejar solo. Es un sábado por la tarde. Todos estarán "desconectados". Desparecidos. Un muchacho de marrón le trae una coca cola. Está tibia. toma solo un sorbo. Le devuelven su computadora, toda desordenada. Se nota que indagaron en su entrañas. Ningún oráculo.
Piensan que es un terrorista, o un traficante, o un asesino. Se ve reflejado en el cristal de la puerta. puede ver allá lejos el hall, enorme. Un espacio que parece que no volverá a recorrer.
Suena un teléfono. El suyo. Le permiten atender. Es una voz amiga. Le dice que la única forma de salir de ahí es hacia atrás. Que lo demás se arreglará. Nada le hace más feliz que eso. Le dan un billete gratuito a la capital. El vuelo es una porquería. Pero no importa. El se aguanta las dos horas de espera, más las tres del avión, mas las tres de espera, mas las seis y pico del autobus, mas la media hora del taxi.
Piensan que es alguien peligroso.

Al fin y al cabo sí es un un asesino. Un asesino del tiempo. Un criminal que sabe que cada segundo, si no es juntos, está perdido.
Es el amor. Hay que enfrentarlo o huir.
Puede que se entregue de una vez.

Foto: Terminal A, Aeropuerto de Praga, Rep. Checa.-
Aclaraciones no tan al margen: "Estar o no estar con ella es la medida de su tiempo" y "Es el amor. Hay que enfrentarlo o huir", extraídas del poema "El amenazado" de don Jorge Luis Borges. Ah, y el título de la canción "Red, Red Wine" UB40, y "Adiós a los que se quedan", "plagiado", de la primera estrofa de la "Albada", de Labordeta.

13 murmullo(s):

Anónimo dijo...

Creo que no deberia ser la primera.
Pero las làgrimas no las contengo màs.
ojalà tengas suerte.
Creo que es una despedida.

Eugenia Cristina dijo...

¿Qué decir que no resulte torpe? ¿Hasta qué punto esto es una vivencia o una creación literaria o una unión natural de ambas? De todos modos, me obsesiona y me conmueve. ¿No sé jugar?

A raíz de "La salida", busqué y encontré que tu primera ilusión amorosa habría sido con una vecinita que te ataba. ¿Habría aquí una búsqueda en esa tendencia? ¿O también es creación literaria? También "a-x" habla recientemente de una mujer que lo amarra. ¿Eres el mismo?
Además, encontré ahora que periodistas de CQC, hay tanto en España, como en Argentina y Chile. Deben presentarse externamente en forma semejante.
Quizás sea mejor decir como una canción: "Un viejo amor no se olvida ni se deja. Un viejo amor de nuestra alma sí se aleja pero nunca dice adiós."

Mis mejores deseos.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Che, le robaste un par de frases a Borges (Poema "El amenazado" para ser más preciso).

Igual, muy bueno el texto, pero avisá...

Andrés dijo...

Hola Don Anónimo.
Gracias por su comment,pero no le respnderé porque no me da la cara.

Eugenia. Claro que sabés jugar, y la verdad uno nunca sabe si es todo real, todo mentira, o la ficción a medias.

Sr. Derechos de autor: Si ud. fuese un poquito más listo de lo que se cree, y me leyera un poquito más, sabría ud. que don Jorge Luis es de mis autores favoritos. Y siempre lo cito de incógnito o abiertamente.
Así que rechazo los térmnos de su acusación. Aunque no diga el autor, las frases (ambas) son taaaaan conocida que no pasaría desapercibida en ninguna parte.
Salvo para un pseudodetective literario como Ud. De todos modos, gracias por recordarme que los seres humanos somos bastante más tontos que lo que nos pintan.

Anónimo dijo...

Sr. Andy, ¿ahora le dicen "citar de incógnito"?... Por favor, muchos de sus amados lectores no saben ni quién es Borges, seamos realistas.

¿Conoce Ud. a Jorge Bucay? Creo que con él se identificaría perfectamente... Sobre todo porque el Sr. también "cita de incógnito", claro que mucho más alebosamente que Ud.

De todas maneras, tengo entendido que no es ésta la primera vez que lo acusan de plagio, así que no me trate de tonto para cubrir su falta.

Celebro su gusto por la literatura de Borges y lo comparto, y no se me ofenda porque no lo he atacado. Simplemente me llamó la atención esa omisión.

Y una cosa es cierta, debería leer más su blog porque tengo que reconocer que tiene un estilo interesante y miles de fans.

Atentamente.

Andrés dijo...

Gracias Sr. Derechos de Autor. He de reconocer que su respuesta es elegante y sobria. Debo retractarme de mi estilo.

No recuerdo que me hayan acusado de plagio antes, pero si ud. lo dice... Tampoco recuerdo haberlo acusado de tonto a ud, puesto que me estaba refiriendo a aquellos que no podían ver una cita clásica en un texto.

Si a ud. le parece oportuno, procederé a aclarar para mis lectores menos avispados (espero que sean pocos)

Conozco al Sr. Bucay, y me dará ud. la razón al pensar que no es lo mismo "plagiar" en un blogcito de morondanga como el mio un par de frases de Borges, insisto, superconocidas, que el caso de un señor que publica un libro y gana dinero con el.

De acuerdo a mi formación (soy abogado), rechazo toda clase de plagio, incluso los de morondanga.

Así que habré de tener en cuenta su sugerencia, sin perjuicio de lo cual, le recuerdo que "alevosamente" se escribe con "v".

Un abrazo, y nuevamente gracias.

Anónimo dijo...

Sr. Andy,

Gracias por su pronta respuesta. Yo no diría que su blog es "de morondanga", si no fuera quien soy hasta podría acusarlo de falsa modestia.

Pero veo que tiene ciertos códigos y mucha elegancia al responder, por lo que debo reconocer que hasta me cae Ud. muy bien.

Lo que no me ha causado gracia es el aleVoso error ortográfico que cometí, y agradezco la atención de señarmelo. Comprenderá Ud. que por mi formación (soy Traductor) no puedo permitirme el lujo de escribir mal.

Un abrazo y gracias a Ud. por su desinteresada colaboración.

Romina Incarbone dijo...

Qué cosa ésto de la distancia.
Nunca me he subido a un avión, temo hacerlo algún día, me da pánico. Lo que me rebienta de lo aviones es no poder bajarme cuándo me dé la gana.
También odio el aeropuerto de Ezeiza...personas que amo han salido por esa maldita puerta.

Satamarina dijo...

perdón pero estoy de acuerdo con Derechos de autor. Ví las citas abajo y me quedo más tranquila. Yo soy de las idiotas que no siempre reconocen citas...

me gustó que Andrés responda y que se arme un poco de contienda en este apacible blox.

salutti amigos,

Anónimo dijo...

Es un pequeña caricia, eso de que no contesta por que no le dà la cara, pensè por varios instantes de que no le daba la gana.

Andrés dijo...

Don Derechos de Autor: Sólo gracias. Ha sido ud. un muy digno "adversario".

Ro73: Uno no puede odiar a las cosas. Las cosas son eso, "objetos materiales susceptibles de valor pecuniario". Nada más. En todo caso, trabaje ud. para que esos miedos/fobias/loquesea, sean superados. Es como tenerle odio al café con leche, porque su última ruptura fue en un bar.

Marina: creo que ud. y yo ya hablamos de esto en otros (mejores) tiempos. La literatura en general está hecha de retazos de letras de otros. Ya todo (o casi todo) está escrito. Además, si uno percibe el contexto, puede darse cuenta que la relevancia que se le da a las frases (que, dicho sea de paso están modificadas levemente, así que no son textuales) no pretende que "pasen desapercibidas". Y, digo, creo, me parece, el objetivo primordial del plagio es que no se note, ¿no? De todos modos, haré caso a mis Lectores Constantes, y seré más atento.

Anónimo: sigo sin contestar; pero si le sirve de algo, sigo sin entenderle.

Anónimo dijo...

jajajajaja!, que capacidad que tiene usted de hacerme reir en la desdicha!

Satamarina dijo...

sr. andrés lo hayamos hablado o no, sigo sin estar de acuerdo con ud.

no me gusta el robo por más disimulado e indemne que uno salga de ahí.

y menos me gusta su terquedad al defender lo indefendible...todo ya está escrito, pero si se cita a algo que ya está escrito exactamente, por un autor reconocido, no es lo mismo que escribir algo "personal" que luego uno encuentre en algún texto ya publicado.

espero haber sido clara...

me gusta pelear estos dias.

saludos