En las almohadas siempre se marca un hueco, una huella, se quedan cabellos y olores... dice él.
Y ella piensa en qué clase de rastro podría dejar en una simple almohada donde nunca estuvo.
Un cabello rojizo que enmudece de espanto al ser descubierto. Y la almohada diciendo: quedate donde estás. No te muevas, que él querrá verte.
El cabello pregunta: ¿quién querrá verme?
Y la almohada le explica de las ganas de él de encontrar su olor, sus huellas casi inencontrables.
Y dice: das voces con tu presencia, llamás la atención con tu color fulgurante y malicioso. Seguro que te recogerá, y te pondrá sobre la mesa de noche... Y cuando se acueste te mirará, verá las caleidoscópicas briznas de luz que te invadan. Y sonreirá, apenas.
El cabello replica: ¿cómo puede un humilde cabello como yo causar alguna clase de emoción?
A lo que la almohada dice: Tal vez no en tu estado capilar. Pero seguro que su recuerdo, el de ella, el recuerdo de algo que aún no fue, podrá causarla.
El cabello se agita sobre la almohada, y sabe que viene de dentro de su piel. Que pertenecía a ella, la que es acariciada, y se ha mezclado con sus dedos.
Culmina la charla diciendo: me quedo quieto, no faltará mucho para que me encuentre.
La almohada sonríe como sólo lo hacen las almohadas. De un modo misterioso y caótico. Y sabe que ella será el centro de atención. Sobre ella descansó la cabeza que ostentaba el cabello rojizo, caleidoscópico, aromático.
Al menos en sus sueños.
Hoy no llueve. Pero para él está nublado.
Y ella piensa en qué clase de rastro podría dejar en una simple almohada donde nunca estuvo.
Un cabello rojizo que enmudece de espanto al ser descubierto. Y la almohada diciendo: quedate donde estás. No te muevas, que él querrá verte.
El cabello pregunta: ¿quién querrá verme?
Y la almohada le explica de las ganas de él de encontrar su olor, sus huellas casi inencontrables.
Y dice: das voces con tu presencia, llamás la atención con tu color fulgurante y malicioso. Seguro que te recogerá, y te pondrá sobre la mesa de noche... Y cuando se acueste te mirará, verá las caleidoscópicas briznas de luz que te invadan. Y sonreirá, apenas.
El cabello replica: ¿cómo puede un humilde cabello como yo causar alguna clase de emoción?
A lo que la almohada dice: Tal vez no en tu estado capilar. Pero seguro que su recuerdo, el de ella, el recuerdo de algo que aún no fue, podrá causarla.
El cabello se agita sobre la almohada, y sabe que viene de dentro de su piel. Que pertenecía a ella, la que es acariciada, y se ha mezclado con sus dedos.
Culmina la charla diciendo: me quedo quieto, no faltará mucho para que me encuentre.
La almohada sonríe como sólo lo hacen las almohadas. De un modo misterioso y caótico. Y sabe que ella será el centro de atención. Sobre ella descansó la cabeza que ostentaba el cabello rojizo, caleidoscópico, aromático.
Al menos en sus sueños.
Hoy no llueve. Pero para él está nublado.
dialogismo. Hace hablar a personas o cosas presentes o ausentes. No debe confundirse con el simple diálogo.
13 murmullo(s):
Hola!!!
Bello dialogismo, mon ami.
¡Ay, si mi almohada pudiese hablar!
Besos despejados, aunque aquí sí hay niebla.
-Que maravilla de texto. a pesar de la tristeza que queda en las almohadas los días en que llueve por dentro.
que lindo lo que escribiste!
las almohadas dejan tambien marcas en nosotros! por ejemplo yo ahora tengo una marca en el costado izquierdo de la cara que es una obra de arte! jaja
saludos...y que bueno que t hayan gustado las cajitas..con un poco de imaginacion se te va a ocurrir qué guardar..
Hace tiempo que mis almohadas sólo son testigos de sueños incumplidos y recurrentes y lágrimas,a veces,de cocodrilo.
Estoy escrutando tus textos.Gracias por el comentario en mi página,me encantó.
cuántos secretos guaradan las almohadas,,,
cuantos guardamos en ellas,,,
yo,,,
muchas veces,,,
apoyo mi oreja,,,hundo mi nariz,,,
en la que está a mi lado,,,
intentando recuperar aquello que alguna vez estuvo ahí,,,
aquello que un día,,,no importa cuando,,,
quisiera volver a encontrarme,,,
una delicia de relato,,,
un abrazo
(Hola..permiso....te quedó lindo el cambio por cierto.)
Cómo juegas a bailar un vals con las palabras, con la almohada que
mira silenciosa desde tu cama...
Sueña que emerges desde el piso hasta el cielo y luego caes rendido para apoyarte en ella!!
A él le traería recuerdos y añoranzas ese cabello, pero si la que lo encuentra es ella, se pudre el rancho, arde Troya, se arma la de San Quintín! Porque ella no tiene el cabello rojizo! ¿De quién demonios es ese cabello?!!!
:P
Zorry, mi humor non-sancto es más fuerte que yo...
Gracias x el dato de Diógenes! No tenía ni idea de que tenía esa interpretación lo del perro!
Besos Tóxicos!
Me he conmovido intensamente y he quedado muda.
Mis mejores deseos.
Amo mi almohada !
un beshote y buen fin de semana
me ha encantado lo de la sonrisa caótica y misteriosa de las almohadas. Nunca había pensado en ello. qué bien, me gusta cómo escribes
'La almohada sonríe como sólo lo hacen las almohadas'
:) Lindo.
Beso.
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