XII.- TORRES (QUE SE DERRUMBAN)

lunes, mayo 12

 





Feel the breeze deep on the inside,
Look you down into the well
If you can,
you'll see the world in all his fire
Take a chance
(Like all dreamers can't find another way)
You don't have to dream it all, just live a day
"Save a prayer" Duran Duran




Una casa vieja. Pero sólida. estatuas de bronce en corro, y manifestaciones absurdas. Se apagan las luces del oprobio, y se encienden las contradicciones como huellas fluorescentes.


No hay mar, pero algo susurra bajo tu piel.



Un río de voces silenciosas. De algún modo sabés que hay que correr.



Y yo rezo, porque no puedo meterme en tu sueño. Y bucear en las aguas gelatinosas de tu espera. La luz se desangra, y el suelo tiembla... y vos te aferrás a lo que más querés y corrés, levitando en el lodo opaco del atardecer.


Que seas la mujer de mi vida. Ser el hombre de tu vida. Escapar a los planes, como quien escapa de la peste; y sin embargo saber que siempre estaré allí, y vos acá. Cerrar los ojos a tanta angustia y abrazarte cuando llores. Y que sepas tocarme cuando más lo necesite. Escandalizarnos por el tiempo que nos separa, cuando debería preocuparnos el espacio.

Y vos corrés, para ponerte a salvo de tu propio padecimiento. Arrastrando tu amor por el fango, pero salvándolo al fin.


Sin escatimar movimientos. Cumpliendo con las rutinas del alma.


La inexorable naturalidad de nuestros actos. Escudriñarte al llegar y ver que nada ha pasado desde que te fuiste. Que se me llenen de amor los ojos al pensarte. Martillear la vida entera para clavar ese clavo herrumbroso y torcido, pero nuestro.


Más allá del espectro visible, unas manos descansan de las caricias a dar y recibir. En posición de reposo, me permito estrecharlas, tomando el dolor, y calentando en aquel dantesco azul el punzón de las miradas insidiosas.
Una canción se pierde en el océano y no llega a ser ni siquiera señales de humo.
Trece pasos directo a tus entrañas. Y a mitad de mi camino, o tal vez al principio, sólo la posibilidad de encontrarte, por un breve lapso. Por un rato perdido. Por una mirada.



La combustión se alimenta de voces ausentes. De palabras perdidas en una marisma.


¿Cómo saber? ¿Cómo entender que hay un mundo posible para los dos?

Una noche no demasiado lejana, el viento me mostró que la sal puede volar.
Que la espuma que forma la sal en las marismas, es objeto de castigo del Levante atroz y desdichado, que sólo sabe soplar para llevarse todo.

Desdichas y alegrías. Adversidades y angustias. Esperas y encuentros.

Sólo por un rato soy un prometeo, con el fuego robado (siempre) a otros. Y tu luna se apaga por un rato, mientras se confunde con las pavesas que te traigo.


Allá voy con un tizón en la mano. Las ascuas de tu luz me guían.

Y sin embargo, la torre aún no se derrumba. Se raja considerablemente, se disloca, se desconcierta... pero al rato vuelve a ser torre e impotencia, sustancia e iniquidad.

La torre no se derrumba.

Sólo por hoy.

Porque mañana yo estaré allí, para abrazarte cuando el estruendo se produzca.

Tengo mi propio fuego. Y sólo necesito tu combustible.

Nada más importa. Salvo despertar.


Foto: Torre a través de un agujero, Praga, otoño del 04

2 murmullo(s):

Dana dijo...

Lo importante es luchar porque caigan.
Lo importante es creerse merecedor de ganar la batalla...
Lo importante...es lo que usted ya sabe, el tesoro que ha podido conseguir...
Mucha, mucha suerte :)

reflejosdelsur dijo...

Así son los amores a larga distancia y que bello que es leerlos y sentirlos.
Hace tiempo que leo este blog y de vez en vez paso por aquí porque me recuerda lo vivido.
Desde lejos y sin conocerlos, les mando la fuerza que se necesita para continuar, el amor ya lo tienen.
Talía