CUMPLEAÑOS

viernes, junio 13

 



A ella, cuyo ombligo huele a almendras.

Momento de cambiar el calendario, de invocar el deforme resplandor de la mañana.

Administrar los milisegundos que conforman la distancia en períodos sempiternos.

Esmerilar el dolor, desgastarlo hasta darle la forma de la curva de tu hueso pisiforme... ratificar la perdición de tus codos y alimentar el duelo de tu ausencia con pestillos que se cierran.

Sos proteica, cambiante, versátil, evolutiva ; ora en picos kilohértzicos, ora en profundas fosas marineras. Y a mi me gusta verte mutar, a pesar del constante ardor de esta madrugada.


Afianzar la inconstancia, desinflamarse y enfrentar la rutina, como quien se plantea un salto ornamental.


Porque te quiero de todas las maneras y en todos los tiempos de la historia.

Magnifico la creación de tu sonrisa como quien ve explotar un nido de luciérnagas.

Fotografiar la mera sombra de tus manos. Enfrentar la pantalla donde se proyectan los sueños que no sabemos que existen.

Tomarte lánguidamente la punta de los dedos y recorrer tu mano con los ojos que me brotan de las yemas: falanges, falanginas, falangetas, trapezoide, trapecio, grande, semilunar, escafoides... hasta encontrar el borde de ese hueso que asoma de tu muñeca...

Besarte las manos, recorrer la ermita donde se esconde tu tacto.

Lamer en líneas paralelas tu cuerpo dolorido. Ser el héroe de tus pesadillas.

Remendar las letras que forman tus relatos quirúrgicos y leerlas hasta el hartazgo que nunca sucederá.


Aspirarte la tristeza para ver si puedo extraerla de tu pecho, mientras acariciás el borde de mi maxilar, a contrapelo de mi felicidad.

Espantarme de alegría, espantarte con mis cuidados dignos de Asclepios, y como digno hijo de Apolo, subirme con vos al carro que me lleve al sol.

Dicen que entonces el cuervo era blanco, y se volvió negro por las maldiciones de Apolo. Y como de cuervos se trata la historia, intento recuperar la memoria en cada inflexión de mi voz.

Besarte de manera infinita y sentir la textura de tus papilas en el hueco de mis labios.

Morderte hasta que te duela, y disculparme. Y que a vos no te importen ni una cosa ni la otra.


Verte sufrir y no poder hacer nada.

Esperar a que lleguen tiempos mejores. O sea, éstos.


Melerilar la penumbra. Dejarse ir al profundo sueño.


Y tal vez despertar, en el primer día de tu nuevo año de vida, para estirar tu brazo, compuesto de huesos, piel, carne y uñas, para intentar tocarme.


Casi-feliz cumpleaños, mi amor.



6 murmullo(s):

Adriana Lara dijo...

Gracias, gracias de verdad. Es el primer cumpleaños mío que pasamos perteneciendo el uno al otro en sus vidas, y eso es importante y lo recordaremos más que mi nacimiento. Leerte, recorrer tus palabras, percibir la sinfonía que tocás con ellas y dejarme envolver porque es para mí... como para mí es la comida que preparás, y lo son los pasos que caminás apuradísimo hacia la parada del colectivo para encontrarme... y para mí son tus esperas, y los cds que grabás y preparás... saber todo eso (y sentirlo) es en este momento que estés en mi vida.
Gracias, gracias, gracias.
Adri (y ahora sí "casi cuarentona", ja)

Anabella dijo...

Ojala se pudiese sacar una radiografía del alma complementando el corazón...

Carmen dijo...

Nada que comentar, aquí se trata de ler y disfrutarlo.

Anónimo dijo...

que puedo decir

bravo

Aprendiza de risas dijo...

No sé si voy a decir una tontería, pero me sale decirte que enhorabuena por lo que llega.

Me encantan las ima´genes que creas con tus palabras. Mi imaginación vuela al compás de tus letras, me cuelo por ellas y construyo mil historias.

¿Vas a ser papá? (de aquí viene mi duda sobre mi tontería) Si es así, felicidades. Y si no, pues un beso en un murmullo,

Espacio Muladhara dijo...

Me gustó tu comentario en el blog de Lara.
Las asimetrías son siempre más interesantes...pensemos en el barroco.